Yahoo! vuelve a cambiar de logotipo… y de rumbo, una vez más en los últimos 10 años. La compañía, que fue adquirida por Verizon en 2017, año en el que se descubrió un importante hackeo a las cuentas de más de 200 millones usuarios, llevaba tiempo sin dar señales de vida. Su portal de noticias, su servicio de correo… siguen activos, pero pocos son los que se acuerdan de Yahoo! mientras la compañía ha dejado de ser un protagonista fundamental, como fuese a finales de la década pasada, en el universo de Internet.
Sin embargo, ahora, Yahoo! ha vuelto a ser noticia por cambiar, nuevamente, su logotipo y el diseño de sus principales productos. El movimiento puede interpretarse como un intento por «revivir» la compañía y volver a posicionarla como un referente a nivel de Internet, porque si no, no se explica la inversión en branding.
Yahoo!, que la última vez que cambió su logo lo hizo en 2013, incluyendo modificaciones mínimas al ya existente, apuesta ahora por una renovación total. El color morado, característico de la firma, se mantiene y se hace más presente si cabe, pero las letras se muestran en negativo, en color blanco sobre él y, sobre todo, con una nueva tipografía, más moderna, aunque empleando la mayúscula y tipos sin serif.
De hecho, el cambio tipográfico recuerda al que ya acometiera Google para adaptar su logotipo a los nuevos tiempo, hace ya cuatro años. Yahoo! también da ahora más protagonismo a la exclamación, que se inclina más, hasta los 22,5 grados, los mismos con los que se inclina la Y, que también se convierte en más perceptible para el usuario.
El diseño del nuevo logo ha sido realizado por la compañía especializada Pentagram. Aunque no se ha especificado lo que ha costado el cambio de marca, el mero hecho de que se produzca una inversión en este sentido indica que algo se está moviendo dentro de la compañía.
El cambio de logotipo ya puede verse en los productos de la compañía, algunos de los cuales también han experimentado importantes cambios. Por ejemplo, todo su sistema de correo ha recibido un lavado de cara con predominio de los colores blancos y nueva gestión de los archivos adjuntos, que ahora se pueden clasificar por carpetas.