Si existe una actriz que ha pasado por más altibajos que nadie en cuestión de poco tiempo, esa sin dudas es Megan Fox. Su papel sexualizado al máximo en Transformers la convirtió en el gran fenómeno de la industria entre 2007 y 2009, siendo portada de revista constante, figura codiciada en alfombras rojas y de los nombres más buscados de Internet. Sin embargo, aquel éxito centrado puramente en su físico la cargó de etiquetas sin llegar a destacar por su talento.
Ahora, después de haber probado las mieles del éxito, el fracaso y el destierro de Hollywood, Megan Fox vuelve al género que le brindó sus clásicos más disparatados: el terror más bizarro y sangriento.
Se trata de Till Death, una película en donde Megan se pasa media película atada a un cadáver. La historia nos presenta a una pareja celebrando su décimo aniversario, intentando renovar la relación haciendo borrón y cuenta nueva en una cabaña. Todo parece muy romántico e idílico hasta que ella despierta la mañana siguiente llena de sangre y esposada a su marido asesinado y debiendo seguir un juego macabro ideado por él.
Poco después dos asesinos a sueldo vuelven buscando la contraseña para la caja fuerte de la vivienda y ella debe esconderse, huir y contraatacar todavía esposada al cadáver.
Till Death tiene toda la pinta de seguir la estela de Jennifer’s body, colocando a Megan Fox en el centro de una historia de suspense, ideas locas y mucha sangre; de esas que los amantes del género terminamos devorando a menudo en el streaming.
Con esta película parece que Megan Fox quiere dejar claro que no se anda con rodeos y que no va a dejar que Hollywood marque la pauta en su carrera. Ya lo dijo en 2016 a The New York Times al confesar que la industria solo le enviaba guiones con papeles de chica de compañia o mujer trofeo. Hace tiempo que se ha plantado contra este tipo de personajes, aunque la decisión la releve a películas de menor escala, y parece que está dispuesta a seguir sembrando sin importarle que sea lejos de los blockbusteres o repitiendo las mismas tácticas del pasado que suelen funcionarle. Como fue el cine de terror sangriento y esos planos seductores centrados en su rostro y físico, dejando que la cámara absorba las mismas etiquetas que la convirtieron en estrella. Solo que ahora ya no le hace porque el cine lo demande, sino que simplemente explota ella misma aquello que la hace ser noticia.
De momento, Till Death se estrenará en EE.UU. el 2 de julio.