Es oficial, Sony ha confirmado que su consola de próxima generación se llamará PlayStation 5, cuyas siglas son PS5. Sé lo que estáis pensando, que no es una sorpresa, pero debemos tener en cuenta que cuando hablamos de consolas y de nomenclaturas nunca hay nada seguro. Por ejemplo, Microsoft podría haber llamado Xbox Two a Xbox 360, era lo más «sensato», y también se especuló con una Xbox 720 que, al final, acabó siendo Xbox One.
Wired ha tenido la oportunidad de hablar con el CEO de Sony Interactive Entertainment, Jim Ryan, y con miembros clave del equipo que está al frente de PlayStation 5, y gracias a este particular encuentro ha conseguido una buena dosis de información que aclara muchas de las dudas que teníamos sobre la consola de próxima generación de la compañía japonesa, cuyo lanzamiento se producirá en las navidades de 2020. Sí, es una fecha oficial y definitiva, así que ya puedes empezar a «llenar el cerdito» si estás pensando en hacerte con ella (no tenemos precio oficial, pero debría rondar los 500 euros).
Hay muchas cosas interesantes que contar, así que vamos a verlo con calma para que todo quede claro. Como siempre, si tenéis alguna duda os recuerdo que podéis dejarla en los comentarios y os ayudaré a resolverlas.
PlayStation 5 tendrá hardware para acelerar trazado de rayos
Ha sido una de las grandes incógnitas. En su momento pudimos confirmar que Xbox Scarlett, la consola de próxima generación de Microsoft y rival directo de PlayStation 5, contará con hardware dedicado para acelerar trazado de rayos. No tenemos detalles a nivel técnico, pero sabemos que utilizará una GPU Radeon de AMD, así que podemos dar casi por sentado que la misma estará basada en la arquitectura RDNA de segunda generación, ya que la de primera generación, utilizada en las Radeon RX serie 5700 y RX 5500, no cuenta con hardware dedicado para acelerar trazado de rayos.
Teníamos claro que Sony no iba a permitir que PlayStation 5 quedase por detrás de Xbox Scarlett a nivel técnico. Es comprensible, ya vimos lo mal que le salió a Microsoft la jugada con Xbox One, una consola que está por detrás de PS4 a nivel de potencia bruta, una situación que podría repetirse a la inversa si la compañía nipona no tiene un especial cuidado en las especificaciones de su nueva consola, y hoy hemos podido confirmar que, efectivamente, esta contará con núcleos gráficos dedicados para acelerar el trazado de rayos.
Ha sido Mark Cerny quien ha confirmado esta información, y como no podía ser de otra forma también ha dado detalles sobre el tema del salto al SSD. En esta ocasión no se ha centrado en hablar del clásico tema de los tiempos de carga ni de la posibilidad de crear juegos más complejos, sino que ha hecho hincapié en la importancia que tendrá a la hora de reducir los datos duplicados en juegos. Os lo explico de una manera sencilla, utilizar un disco duro lento (5.400 RPM) en una consola obligaba a los desarrolladores a introducir datos duplicados para crear bloques de datos continuados que facilitaran las operaciones de lectura en dicho tipo de unidad de almacenamiento.
Repetir bloques de datos reduce los tiempos de carga y permite que el disco duro pueda leerlos de forma continuada haciendo que, en general, el rendimiento mejore, pero tiene, como contrapartida, un incremento del espacio ocupado. Pues bien, gracias al uso del SSD esto será cosa del pasado en PlayStation 5, así que podemos esperar que los juegos acaben ocupando un espacio «similar» al que hemos visto en la generación actual, de hecho la consola utilizará discos Blu-ray de 100 GB.
Sí, tendremos que seguir instalando los juegos, pero Cerny ha confirmado que darán más opciones a los usuarios. Por ejemplo, si solo queremos jugar la campaña de un título concreto tendremos la posibilidad de instalarla por separado y dejar el multijugador para otra ocasión, y a la inversa. Dividir los juegos en partes instalables es todo un acierto, y se hará lo mismo a la inversa, es decir, podremos desinstalarlos por partes también.