Ni Call of Duty ni GTA ni Minecraft: el videojuego del momento se llama Fortnite. Si tienes un adolescente viviendo bajo tu techo o en tu entorno familiar, es muy probable que se pasé unas cuantas horas a la semana pegado a la consola o el ordenador luchando online por su supervivencia y disparando a otros jugadores.
Y como él o ella, hasta 45 millones de jugadores en todo el mundo, según cifras del pasado mes de enero.Fortnite: Battle Royale tiene un planteamiento sencillo: es un videojuego de disparos en tercera persona en el que también se pueden construir estructuras y trampas y cuyo objetivo es ser el último jugador vivo en un campo de batalla que va reduciendo su tamaño a cada minuto que pasa.
Y si mueres, estás muerto para siempre, tendrás que empezar otra partida porque no hay opción de resucita, como sí pasa en Call of Duty y similares.Este tipo de videojuego se encuadra dentro del género del ‘Battle Royale’, del que Fortnite es uno de los dos máximos exponentes. El otro sería PlayerUknown’s Battlegrounds, más conocido como PUBG. No intentes pronunciarlo, porque eso daría para otro artículo.Si eso de ‘Battle Royale’ te suena mucho quizá se debe a la película de culto japonesa y de mismo nombre del año 2000 y que se basba en un libro, también del mismo nombre, de Koushun Takami. En Battle Royale, la sociedad japonesa decide aliviar tensiones sociales mandando a un grupo de estudiantes de instituto a luchar a muerte bajo unas normas muy de videjuego. Había armas y trampas por doquier, pero al final, sólo podía quedar uno.
Algo así como Supervivientes, pero sin famosos.Epic Games, el estudio tras Fortnite, no había concebido su videojuego en esta línea cuando lo lanzaron en julio de 2017 tras mucho tiempo en desarrollo. Por aquel entonces, era una extraña mezcla de Minecraft y juego de supervivencia. Pero viendo la creciente popularidad del PUBG en ordenador, decidieron imitar su formato y tratar de ganarles la papeleta llegando a consolas antes. En septiembre de 2017, lanzaron el modo de juego Fortnite: Battle Royale y, pasado menos de un año, han igualado, si no superado su éxito. Y este mismo mes de marzo, lanzaron la versión para iPhone y otros dispositivos de Apple pocas semanas después de que PUBG hiciera lo mismo.La popularidad de Fortnite se debe más a los grandes youtubers que al marketing tradicional o a la labor de los medios especializados.
Esto ya es algo común y con numerosos casos de éxito: Minecraft, el juego de terror Five Night at Freddy’s, el simulador de cabra GOAT Simulator, ARK: Survival Evolved, Rust…Así que si hay que encontrar un responsable de que el niño o la niña no paren de jugar a Fortnite, se le puede echar parte de la culpa a El Rubius, entre otros.No hay más que remontarse a hace unas pocas semanas para entender la popularidad del juego entre creadores de contenido de YouTube y Twitch, otra plataforma de emisión de vídeos sobre videojuegos muy popular. Junto con otros 99 compañeros y compañeras, Rubius batió un récord de público viendo una emisión en directo mientras jugaba a Fortnite. En su momento de mayor audiencia, llegaron a un millón de espectadores simultáneos.